viernes, 6 de febrero de 2015

Depurando… ¿en serio


Debido a que las temperaturas han cambiado, decidí que es momento de hacer canje total en el outfit del día a día, sacando ropa gruesa y chamarras de su escondite, guardando en su lugar la ropa ligera que hasta mayo o junio volverá a asomar las narices. Consideré entonces oportuna la ocasión para depurar, deshaciéndome de todo aquello que ya no utilizo y que a alguien más, si amerita el estado de conservación, brinde un mejor provecho. ¡Vaya desastre! : “ esto fue un regalo, ¿por qué desecharlo?, lo conservo para el otro año ”, “ adoro este pantalón y algún día volverá a quedarme”, “de ninguna manera se va esto, sé que la moda regresará” … cuatro de trece prendas, a regañadientes, logré poner en la bolsa de “se va”. 
Tal vez sea una absurda analogía, pero pensé, tras el tiempo invertido en el proceso de limpieza, en la bolsa personal de depuraciones que todos, seguramente , tenemos… y me pareció de pronto que si no tenemos cuidado, puede parecerse al de las prendas: “ este afán por levantar la voz innecesariamente, me ha de servir otra vez ”, “ esta carga excesiva de stress que yo sola propicio, seguro la vuelvo a usar ”, “ estos malos hábitos alimenticios que me costaron tanto tiempo, se quedan, el año que entra ya veré ”. Me atrevo a pensar que en cada etapa que llamamos “depurativa”, nuestra bolsa de “se va” queda escasamente contenida con algunas cosas insignificantes que sólo utilizamos para hacer volumen y convencernos de que estamos en una transición positiva: “ mentir un poco menos ”, “dejar de fumar por las mañanas”, “ ligar con alguien que no es mi pareja, pero al fin es sólo cibernéticamente”, en fin.
Después de esta locura de análisis, decidí que aquellas trece prendas se van, sin titubeos. Por supuesto, también resolví llenar mi bolsa espiritual de “se va“, con mucho de lo añejo a que me he arraigado ciegamente y que sólo ha ocupado un espacio importante para mí; no necesito remplazo sino un área LIBRE y limpia  en mi clóset personal. 
Y más importante que llenar la bolsa: deshacerse de ella. De nada sirve arrinconarla en el garaje, pues sigue estando adentro.
Abrazos de los que me gustan.
Mone

Nov, 2012


No hay comentarios:

Publicar un comentario